[RESEÑA] Camila Nebbia y el silencio

(En las fotos, Camila Nebbia. Imagen extraída de: http://argentjazz.com.ar/camila-nebbia-irradia-su-aura-en-roseti/)



Camila Nebbia y el silencio


Camila Nebbia juega con el silencio. “No hay silencio, sino otras calidades del sonido”, señaló alguien por ahí. Es curioso jugar con el silencio porque, en el fondo, requiere incondicionalmente de su “opuesto” – el ruido o sonido – para hacerse notar. Involucra una paradoja, casi una contradicción absoluta, lo que llaman “oxímoron”: para destacar el silencio hay que hacer ruido, pero no demasiado ni tan poco. El exceso de sonido roba protagonismo: restituye a la ausencia a su estado original: no estar ahí. Destacar el silencio es hacer presentes a lxs ausentes, convocar aquello o a aquellas y aquellos que no están.
En la propuesta de Camila Nebbia, ese muñequeo entre sonido y silencio lo conduce su instrumento personal: el saxofón, acompañado generalmente por batería y contrabajo en una misma apuesta elíptica. La arriesgada sonoridad ofrecida por Camila es posible, entre otros tantos motivos, por su destreza con los más mínimos componentes del saxo: se hace presente – y con enorme talento – el sofocado golpe de las teclas, la materialidad de la boquilla, la fuerza o debilidad del soplido, y por qué no, la articulación de la boca, los labios, la saliva, el ritmo de la respiración, el contacto del cuerpo humano con un cuerpo artificial, casi orgánico. A veces requerimos audífonos, buenos parlantes o directamente la presentación en vivo, para no ignorar lo más valioso de su música: los detalles, las sombras.



Si bien es frecuente buscar parentescos y puntos de referencia – que en este caso me remiten al amplio mundo del free jazz, Ornette Coleman (incluyendo, entre otros, una versión de “Lonely Woman” en el disco “Caminar sin rumbo”, 2019) y la poesía hablada (spoken word) de los 70’s estadounidenses – la música de Camila se distingue en buena medida de los pilares del canon: hay un pulcro trabajo de instrumentos electrónicos (sintetizadores, reverberaciones digitales), también palabras y declamaciones, textos y texturas, y la importante ruptura que implica el protagonismo de una mujer tocando saxo en el jazz, escapando del devaluado espacio que la tradición masculina atribuyó a las mujeres con el jazz vocal.
Hay muchísimo de poético y político en las obras de Camila Nebbia. Está presente Alejandra Pizarnik, su andar por las imágenes de la soledad, la vida íntima y la batalla cotidiana en el mundo público, quizás también los lenguajes personales, cifrados por la hegemonía política, el patriarcado y la norma social. Al respecto, cabe recordar que ya en abril de 2019 organizó y presentó en una sesión de improvisación de mujeres en el espacio bonaerense de memoria Haroldo Conti, titulada “La jaula se ha vuelto pájaro y se ha volado”, cita directa del poema “El despertar” de la escritora argentina.

Afiche evento "La jaula se ha vuelto
pájaro y se ha volado - Mujeres
improvisando". Abril 2019, Centro de
la Memoria Haroldo Conti, Bs Aires,
Argentina. 
En la música de Nebbia prevalece una actitud profundamente lírica, cuyos temas toman forma en un completo trabajo discográfico que incluye los títulos de sus álbumes (“A veces, la luz de lo que existe resplandece solamente a la distancia”, 2017; “A veces el faro, a veces el barco, a veces se encuentran”, 2019; “Caminar sin rumbo”, 2019; “De este lado”, 2019); los nombres de las composiciones (por poner un ejemplo clarísimo: “Rosa mutábile (Para Federico García Lorca)”, 2019; e incluso portadas de sus discos, como es el trabajo artístico de “A veces el faro…” (Irazu Records, 2019), a cargo de Hery Paz (aproveche de revisar su obra que está buenísima).
Me permito una libertad: la música de Camila Nebbia es el grito ahogado de las silenciados saliendo a la superficie.

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Para conocer más de Camila Nebbia (Bs Aires, Argentina), aquí te sugerimos algunos álbumes de su discografía (composiciones propias y colaboraciones):

  • Plévida (Estudio del Nuevo Mundo/Melopea, 2015)
  • A veces, la luz de lo que existe resplandece solamente a la distancia (Kuai music, 2017)
  • A veces el faro, a veces el barco, a veces se encuentran (Irazu Records, 2019)
  • Caminar sin rumbo (Club del Disco, 2019)





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