¿De qué se trata todo esto? (o como dicen les entendides: ¿Quiénes somos?)

 ¿Quiénes somos?

1) Respuesta rápida para lectoras ansiosos y propaganda fácil:

Palabras a Destiempo es un programa de radio donde el jazz y la literatura son articulados por temáticas y críticas comunes a ambos géneros artísticos.

Actualmente, se transmite en vivo todos los DOMINGOS de 19:00 a 21:00hrs por el reproductor principal de www.adestiemporadio.blogspot.com, como también por los siguientes medios libres y comunitarios:

  • Radio Latüe 93.5 FM (Coyahique) y patagonialibre.org
  • Radio Lafkenche 87.5 y 87.9 FM (San Antonio, Litoral Central Sur) y en su App: Radio Lafkenche
  • Radio Bajo Cemento (desde la provincia de Quillota, región de Valparaíso): zeno.fm/radiobajocemento
  • REPETICIONES: Sábados 17:00hrs por Radio Placeres 87.7 FM (Valparaíso) y radioplaceres.cl

2) Respuesta lenta para ratas insaciables:

Palabras a Destiempo se remonta al año 2015 aproximadamente, cuando un profesor de lenguaje -de cuyo nombre no quiero acordarme- aficionado al jazz, la literatura y la radiolocución, se hastió de vivir para trabajar y comenzó a escarbar en el reducto post-laboral, para crear un agujero espacio-temporal donde se mezclaran sus más íntimos gustos y pudieran viralizarse (uff! qué palabra en estos días...) entre la comunidad digital. El nombre salió tan espontáneo como una buena jam session: los ritmos sincopados del jazz y las divagaciones de la literatura, cocidas a fuego lento en la cacerola radiofónica, dieron vida a "Palabras a Destiempo".

Propio de la ansiedad esquizoide de este sujeto, las primeras Palabras a Destiempo se subtitularon "Experimentación Radial", pues no se trataba de más ni menos que de eso: el clásico bebop "So What" del trompetista Miles Davis era sucedido por el audio de un poema leído en voz del escritor chileno Enrique Lihn, e interferido por recortes de la web, como algunas verdades proferidas por Lisa Simpson en la afamada serie televisiva, fragmentos de películas, y una que otra cuña con voces de esos mutantes sagradas de la vida llamados amigues.

Al principio todo circulaba por Facebook, pronto su su locutor conoció Ivoox y por ahí siguió andando, hasta que de repente ahí por el verano de 2016, el proyecto llegó a los finos e insurgentes oídos de un grande de la rebelión electromagnética y la comunicación social, quien invitó al programa a sumarse al micrófono de Radio Placeres de Valparaíso. Una experiencia que metamorfoseó el subtítulo de Palabras a Destiempo y lo apellidó "Jazz y literatura contra el tedio capitalista". Alrededor de un mes y medio habrá durado esa experiencia semanal, que abrió nuevos horizontes a su iniciador y, sobre todo, una sensación de que el compromiso no tenía vuelta atrás: había que seguir dándole al programa, aprendiendo y mejorando. Surgieron entrevistas, nuevos experimentos sonoros, fue construyéndose una audiencia y algo así como una identidad.

Luego de una que otra pausa y resurgimientos intermitentes, el proyecto retomó su rumbo con mayor constancia a fines de 2018, con varias entrevistas, especiales temáticos, un mayor énfasis en la investigación y el contenido del programa, y claro, hartos aprendizajes del escuchablante tras el micrófono, acerca del imparable y variopinto universo del jazz, la literatura y la magia de la radiofonía.

Y como la comunicación no respeta fronteras ni distancias, será entre 2018 y 2019 que otro comprometido equipo de comunicación libre y rebelde invita al programa a sumarse a su plataforma: Radio Latüe, desde la Patagonia, por el 93.5 FM en Coyahique y alrededores, y por la web patagonialibre.org al mundo. Luego se sumaron más a la retransmisión: nuevamente Radio Placeres en Valparaíso, en algún momento Radio Minga desde Curaco de Vélez (Chilwe), y uno que otro medio más. Surge con ello también una web propia de Palabras a Destiempo (la que estás visitando a esta hora). Y de ahí que la cosa no paró hasta el coronavirus y las pésimas acciones paliativas del malgobierno fascista imperialista lamebotas de P*ñer4.

El 2020 hubo una breve interrupción del programa debido al contexto pandemia y las peripecias que implicó este inesperado suceso en la vida del sujeto en cuestión (sí, detrás del micrófono hay una vida que sufre, llora, ríe, se enamora, fracasa, se levanta, pelea con amigxs, se vuelve a amistar, a veces grita y a veces duerme, a veces trabaja, a veces queda ebrio y se mete en problemas, a veces sale triunfante de una noche de bohemia ilustrada... en fin, hay más de un accidente a la vuelta de la próxima página).

Surgió así un ciclo "Cuarentena" de cuatro episodios, por medio de los siempre apañadoras de Radio Latüe (de verdad, créditos especiales para ese hermoso y valiente proyecto), y luego de una nueva re-estructuración, el programa recobró la vida a mitad de 2020 con nuevas voces que se sumaron a la ola jazzeropoética: junto con "La Añeja", iniciamos la Temporada Venus del programa, con 13 episodios ininterrumpidos y buenos brebajes de por medio, a cuyas re-transmisiones se sumaron los medios comunitarios Radio Lafkenche 87.5 y 87.9 FM en San Antonio y el Litoral Central Sur, y Radio Bajo Cemento desde la provincia de Quillota por la web www.zeno.fm/radiobajocemento

El programa mutó una vez más. Había que posicionarse de una vez por todas. Pasar de la defensiva a la ofensiva: "Jazz y poesía desde la trinchera radiofónica" fue el nuevo subtítulo, con nuestra amiga "Añeja" compartiendo la locución principal e incorporando la sección "El Umbral", donde se visibilizan las voces mujeriles y la disidencia de género en el arte y la literatura. Y con el invaluable y comprometido aporte de Enrique "El Molo" Fernández, un viejo crá del periodismo crítico que nos sorprende todas las semanas con sus "Crónicas del Molo", donde puedes disfrutar de interesantes recorridos por la historia universal o prepararte para recibir las réplicas de sus ácidas explicaciones de la contingencia política local, nacional y global.

En fin, ya no hay vuelta atrás y pa adelante nomás queda. Palabras a Destiempo llegó para quedarse, y eso somos: una historia que no se termina de contar, que sigue mutando, y donde el jazz y la poesía son nuestra espada y escudo (¿a cuál corresponderá cada una?), para combatir el calvario (el bíblico calvario) por el que desea conducirnos el neoliberalismo: una vida de confinamiento, sumisión y obediente productividad contra la cual se levantan los sonidos jazzeros de la libertad y las palabras poéticas más punzantes.

¿O no?

Nos escuchamos


Palabras a Destiempo: jazz y poesía...

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